martes, 24 de julio de 2012

Vicios



A tu olvido le hacen falta algunas referencias
sobre la evolución del hombre
y un par de ojeras para demostrar
que no ha mentido.

Levantas la colilla del cigarro
y dejas enlatada la ceniza.

Tus vicios son una esperanza
una enfermedad mitológica
un orgasmo sin nombre.

De las cenizas renacieron las venganzas griegas
para refundar el mundo.

Correr cuando nadie quiere alcanzarte
es tu necedad histórica.


lunes, 23 de julio de 2012

Poema empañado




La palabra se quiebra a media luz.

Siempre de reojo antes de chuparte el pensamiento
siempre un laberinto de citas extrañas
un lanza llamas escondido en el teclado
un tropiezo ardiendo entre las piernas
un sorbo al agua del remordimiento.

La palabra madruga cuando le prohíben despertarse.

Y ahora ¿quién va a aparecer a mitad de mis sueños?
¿quién salpicará de lugares comunes la poesía?
Toc  toc.
Contesta.

(Brito, 2012)

miércoles, 18 de julio de 2012

I


Sucede que un hombre y una mujer fueron creados por un hombre-mujer-objeto-planta-todo en el principio de los tiempos. Antes de mí, hubieron muchos "yo" que aplanaron las calles para que pudiera transitar mi automóvil. Llegó Darwin y removió el escombró pero ya nadie lo recuerda. También estuvieron Rimbaud, Einstein, Picasso, Miguel Ángel y hasta un tal Carlo Magno. Todo eso para que se inventaran las computadoras y las redes sociales ¿llegó la bestia o sólo se hicieron millonarios Gates, Slim y Zuckerberg?

Hace unos días llovió con intensidad y recordé que somos barro pero me atrapó la soledad y me arrojé al vacío. Ahora soy un paso más libre que cuando creí en la historia, en las instituciones y en las teorías del ser. Espero el futuro con ansiedad pero sé que no me tocará verlo. Mientras, procuro llevar una vida común para no generar sospechas ni suspicacias. Nadie sabe de dónde viene ni a dónde va pero tampoco les preocupa. Eso es lo mejor de vivir en la Tierra, puedes pasar todos tus días sin saber quién eres. En el fondo, es lo que nos mantiene vivos.

Brito, 2012

viernes, 13 de julio de 2012

V





Sucede que apareció la escritura como una maldición para los que llovían sobre otros cuerpos sin ser vistos. Con ella llegó la posibilidad de inventarnos planetas, épocas y romances. Lo que nunca llegó fue la verdad. Parece que alguien la tomó como rehén o como amante. De eso, aún se culpa a la televisión. Total que nos quedamos bien descritos pero mal planteados. 

La acción de tomar por rehén al otro, trajo consecuencias espectaculares. Un avión vuela sobre el mar y se introduce en la panza de un gigante. Pedazos de dolcce gabbana,  donna karan y chanel  deciden arrojarse por una ventana antes de respirar el polvo de acero. Ahí el asombro de los televidentes. Millones tomando coca cola mientras ven desplomarse los zapatos que nunca pudieron comprar. Luego los honores, las marchas fúnebres, las banderas sobre loa ataúdes y las estatuas para los nuevos héroes. Siempre, después de hacer mierda al de enfrente, nos regalamos nuevos héroes.

¡Vamos al teatro!


Siempre valdrá la pena apoyar el teatro. Sobre todo si se hace en serio y con la visión de beneficiar a la comunidad; y cuando digo comunidad, no me refiero a la comunidad teatral (que está demás decir que es beneficiada) sino a los ciudadanos que han sido relegados y excluidos del desarrollo cultural por los gobiernos que han considerado dicha actividad como un asunto ornamental y de poca relevancia.

Esfuerzos como Vamos al teatro, emprendido por el Instituto Guerrerense de la Cultura y apoyado por el Centro Cultural Domingo Soler, demuestran la capacidad de respuesta que tienen las instituciones para colaborar en la reconstrucción del tejido social, cuando hay voluntad. Porque Vamos al teatro no es la sucesión de ficciones para el divertimento de unos cuantos desocupados; es la inserción del arte en la zona de los barrios históricos de Acapulco - ahí, donde históricamente fueron haciendo guarida grupos delictivos-; es inyectar en niños, jóvenes y personas adultas la posibilidad de ver el mundo desde otro ángulo; es generar una opción de entretenimiento alejada de la propuesta frívola y enajenante que plantea la televisión mexicana; es apostarle a la posibilidad de estrecharnos la mano, de iniciar una conversación a la entrada o a la salida del teatro, de reirnos en grupo, de generar la crítica acerca de lo exhibido en la escena, de conocer otros lenguajes y comenzar a practicarlos.

Los teatristas de la localidad tienen el compromiso de conquistar a los asistentes, tal vez, tengan una sola oportunidad para hacerlo. Por eso, el compromiso no es menor. Hay personas que nunca han visto una obra teatral y, ahora, quizás lleguen al Domingo Soler para saber de qué se trata, pues a ellos hay que atraparlos, envenenarlos de teatro, hacer que regresen.

Desde el 20 de julio y hasta el 22 de diciembre la temporada será permanente y participarán seis grupos teatrales. La cita es a las 8 p.m. La entrada es libre y hay muchas butacas vacías en espera de público. Póngase guapo y VAMOS AL TEATRO.

viernes, 3 de febrero de 2012

Recuperando la casa: Sala Luis Zapata

No es el concreto renovado lo que festejamos. Cortamos un listón como quien corta una planta para que retoñe pronto. La razón de reunirnos no es mirar una placa laminada. Estuvimos ahí porque hace más de diez años que nadie pisaba ese salón del Domingo Soler. Y nadie lo pisaba porque pasó de ser un aula a ser una bodega y, luego, un gallinero y, después, un montón de hoyos por los que pasaba a chorros el agua de la lluvia.


Entonces, cómo no asistr y entrar para ver como recuperamos una parte de nuestra casa. Porque si algo tiene el Soler es que todo el que entra ahí no se siente un extraño, todos reconocemos en él un espacio familiar. Siempre hay algo que hemos vivido ahí dentro, como espectador, visitante o artista. Los árboles en ese teatro siempre están dispuestos a abrazarnos.


Es motivo de festejo porque cuando recuperas algo que parece perdido uno considera que sucedió un milagro. Entonces, te reunes a platicar del suceso, a mirar el hecho para corroborarlo, a comentar qué hacer ahora. Y justo ahora lo que tendría que suceder es el arte.


Acapulco, Gro., 03 de febrero de 2012

(Próxima entrega: El día que leí a Luis Zapata)