miércoles, 16 de mayo de 2007

Epístola sobre lo “no entendido”



Vladimiro: Lo difícil es empezar.

Estragón: Se puede empezar con cualquier cosa.

Vladimiro: Sí, pero hay que decidirse.

Estragón: Es verdad.

Samuel Beckett. Esperando a Godot.

Ha sucedido que en algún lugar de Guerrero, funcionarios públicos “especializados” en arte y cultura, no han logrado entender cabalmente la sinopsis y descripción del montaje teatral Dilatación, obra propuesta por un servidor para integrarse a la programación de las XX Jornadas Alarconianas.

De modo que ante la difusa claridad escritural del que subscribe o ante la obnubilación gramatical de nuestros funcionarios frente al texto enviado, he sido informado (vía telefónica) de la negativa a incluir esta propuesta escénica en dicho evento artístico.Sucede entonces que la resolución de nuestros servidores públicos (del Instituto Guerrerense de la Cultura) se torna curiosa y reveladora, pues declararse (abiertamente) imposibilitados para entender la sinopsis de un teatrista guerrerense, es asumir la preeminencia de su escasez lingüística y, por ende, el inadecuado desarrollo del proceso comunicativo entre el IGC y la comunidad artística de Guerrero; lo que denota el menoscabo y rechazo al trabajo efectuado por ésta.

Dilatación es un texto de mi autoría que brindaba la oportunidad de presenciar, en nuestras Jornadas Alarconianas, una puesta en escena cuya dramaturgia es guerrerense. Cabe preguntar ahora, ¿dónde, entonces, podemos proyectar nuestro trabajo los escritores de este estado? ¿dónde hay otro espacio que nuestra institución oficial de arte y cultura nos proporcione? ¿dónde pretenden guardar nuestras palabras y para qué pretenden guardarlas? ¿qué se necesita para lograr un lenguaje común (y entendimiento) entre los funcionarios del IGC y los artistas de Guerrero?

Para este momento, mi interés por participar en las XX Jornadas Alarconianas, como dramaturgo y director de escena, es nulo. Quizá también el objetivo es ese y se ha cumplido: desalentar. Pues qué mejor aliado, que el desaliento y la apatía, puede tener la función pública para escabullirse sin compromisos hacia una vida ufana, de privilegios y equivocaciones. Empero, el desaliento se termina con la vuelta al respiro y la ejercitación de los músculos. Agradezco la renovación de aire y declaro que sigue siendo de mi interés el trabajo creativo (pues artista soy).

Finalmente expongo que si no existe voluntad o basto lenguaje para comunicarnos, y si nuestros funcionarios no logran entender lo que escribimos, lo que danzamos, lo que esculpimos, lo que cantamos o lo que pintamos, entonces significa que requerimos de nuevas voces para iniciar un certero diálogo, de nuevos oídos dispuestos a escucharnos, de una nueva visión amplia y profunda que reconozca la fortaleza de nuestro pasado y que potencialice nuestro camino en el presente y hacia el futuro. Requerimos comprometidos difusores de nuestra cultura y arte.
Con un cordial saludo, me despido.

Atentamente
Gabriel Brito
Teatrista
Premio Estatal de Poesía María Luisa Ocampo 2006
Epílogo
Un hombre habla con una mujer. Supongo que el hombre está tendido y la mujer de pie. Un hombre habla con una mujer en el vacío. Eso es todo.

Sinopsis de De bestias, criaturas y perras, de Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio, dramaturgo.