domingo, 29 de marzo de 2009

A nadie...

El siguiente artículo fue publicado en la Jornada Guerrero, el jueves 26 de marzo de 2009.

GABRIEL BRITO*

¿A quién le importa el teatro Domingo Soler?
Respuesta inmediata a una pregunta no efectuada

A nadie. Es justo decirlo con esa contundencia. Dónde están las razones por las que debería importarnos, dónde están las acciones que sostienen las razones – o sinrazones- de los “artistas” que desgarran sus vestiduras para sostener sobre tres palillos un proyecto tan vulnerable. No hay discurso sobre el tema, sólo un montón de buenas intenciones que se hacen nudo en una larga mesa de madera y se olvidan. No hay acciones razonadas que concreten un proyecto a largo plazo (¿qué hacer con el elefante que estamos queriendo levantar a chingadazos?). Ni ideas escritas a manera de estrategia operativa para la promoción de un centro cultural ni acciones eficientes para culminar la “remodelación” de la infraestructura teatral.

Se percibe la urgencia política de terminar lo planeado, se percibe la aspiración egocéntrica de adjudicarse la gestión de tremenda idea, se percibe el nervio de los teatristas que sienten estar perdiendo el único pedacito de tierra que este puerto les había otorgado para acceder a la escena. Todos intentan, a manotazo limpio y a empujones neuróticos, conseguir que se logre, que se cumpla lo comprometido ante los medios, que se tape aunque sea el hoyo que quedó en el techo, que no recoja su dinero el PAICE porque nos chingamos todos. Cuentan hasta 10 (muy a propósito) y continúan con la simulada preocupación.

Yo cooperé, se ha publicado en los periódicos que doné dinero para arrancar el proyecto. Es cierto. A veces las buenas intenciones no son suficientes, por lo menos esta vez no lo han sido. Debí tomar ese dinero y poner en escena dos obras teatrales, o estudiar un mes en Isla Cabrita al menos para confirmar que lo viajado no quita lo tarugo, o hacer un Ola Nueva Internacional (con fiesta de gala y todo, como se estila en el puerto). Y sí, también yo soy responsable. Admito haberme equivocado al confiar en la administración que ya se fue y no concluyó el proyecto, admito haberme equivocado al no encadenarme a la puerta del teatro para que no hicieran de él esa caja hueca inaccesible que ahora nos queda como evidencia de la falsedad política, y de no haber convocado a los compañeros artistas de mi generación para manifestarnos crucificados frente al palacio municipal. Total que si no nos hacían caso, al menos los ciudadanos se hubieran enterado que esta ciudad tiene artistas; hubiéramos entrado en contacto con la comunidad y nuestro arte se hubiera promovido de manera efectiva; nos hubiéramos divertido y les habríamos dado más chamba a los reporteros de cultura. El espectáculo de la inconformidad manifiesta, siempre será mejor que el silencio conveniente.

El Teatro Domingo Soler está agonizando y Samuel Beckett, tal vez, lo disfruta comiendo palomitas desde su tumba. Quizá el objetivo real tiene que ver con un impulso Beckettiano. Algún día mencioné durante una reunión de teatristas que estaba de acuerdo con el gran Samuel en que “hay que destruir todos los teatros del mundo y volver a empezar”, jamás imaginé que el proyecto comenzaría en Acapulco, con el Teatro Domingo Soler. Salud por Beckett.

*Gabriel Brito, director de escena, dramaturgo y poeta.

viernes, 20 de marzo de 2009

Muerte y testimonio de un suicida que no conoce Beirut

Tengo un plátano en la cúspide del edificio Lo
¿vienes por él o seguimos la aventura en estafeta?

Hace un año resbaló por mi barbilla tu silencio
ayer un abogado trajo tu presencia
hoy vuelo hacia Beirut
por tu silencio
sin tu presencia
con tu abogado.

El plátano es suicida y su amenaza es no arrojarse
es quedarse frío de nostalgia
secuestrar el tránsito de voces
abrir los ojos

Es buen amante en la imaginación
se pregunta cosas en la cama:
¿son los ácaros terroristas del sexo?
No ronca, prefiere morir.

El plátano goza su condena entre murmullos
cien doscientos mil años
de nubes tóxicas de cabezas huecas de rutina musical
Nunca antes existió el suicidio

jueves, 19 de marzo de 2009

PERFECTO

Mièrcoles 18 de marzo de 2009 +
Elegia a un compañero muerto
(en el campo de batalla)


Has muerto. Irremediablemente has muerto.
Parada está tu voz, tu sangre en tierra.
Has muerto, no lo olvido...
¿Qué voz madurará de nuestros labios
que no diga tu muerte, tu silencio,
el callado dolor de no tenerte?
Elegia (fragmento), Octavio Paz
P.D. No hay comunicación celular con un servidor, hasta nuevo aviso.